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Rumbos paralelos

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Por: Carolina Moncayo

Era aún temprano para despertar en tiempos de cuarentena, quizá eran las cinco de la mañana, me disponía a hacer la revisión del material para una clase de la universidad. Inicié con un libro que ya había escogido previamente, su autor era desconocido para mí, Alfredo Molano, me daba la impresión de haberlo escuchado en algún lado, supongo que en alguna clase. Leí la mitad y me impresionó. A través de sus letras, a mis 22 años, con su libro “Selva adentro”, fue así como lo conocí. Busqué más de sus libros y luego busqué perfiles y entrevistas, para mi sorpresa, había fallecido el año pasado (2019) en octubre, a sus 75 años de edad.

  

Miré algunas fotos que están en línea, en especial me detuve en las tomadas por Pablo Salgado, de la revista Bocas, en ellas reflejaba un rostro altivo, su cabello blanco, un tabaco cubano, tenis, buzo y unas profundas líneas de expresión, que dan cuenta del transcurrir de los años; “personaje interesante”, pensé, y seguí con mi búsqueda. Por casualidad, me encontré con un testimonio publicado en la revista Arcadia, su autora, Marcela Rosero, líder campesina de la Vega, Cauca, municipio hermano de mi querido Almaguer. Decidí leer su testimonio, indagué sobre las diversas causas de las visitas de Molano a La Vega y para mi sorpresa, lo tuve cerca y nunca lo vi.

Para diciembre de 2018, en la última visita de Molano a La Vega, yo me encontraba ahí, decidí pasar unos días en casa de una amiga, que hacía mucho tiempo no visitaba. Además, un mes antes había estado en ese municipio para presenciar el encuentro de semillas. El propósito del viaje fue hablar, organizar ideas y procesos que permitieran luchar contra las problemáticas ambientales del macizo, temas importantes para el campesinado y fortalecer la soberanía alimentaria. En diciembre se desarrollaron encuentros con el fin de contrarrestar la minería ilegal que se da en el municipio, además de planear estrategias de lucha contra la construcción de una hidroeléctrica en el río Putis, entre La Vega y La Sierra. Encuentros en los que Molano tuvo presencia por su gran trayectoria periodística, el contenido de sus obras y sus intereses personales. El profe Óscar Salazar, quien es uno de los grandes líderes campesinos de La Vega, llamó el interés de Molano, su idea era contar la historia del suroccidente colombiano a través de su voz. 

Ese diciembre de 2018 fue la única y última oportunidad que tuve de conocer a un gran escritor y periodista; sociólogo de profesión, egresado de la Universidad Nacional, docente de la Universidad de Antioquia, premio Simón Bolívar y periodismo CPB, doctor honoris causa y autor de 27 libros. 

Molano me enamoró con sus letras, me permitió sentir la Colombia rural, a la que siempre he pertenecido, un país “aparte”, en donde la ley va en busca de poder y control, ahí donde los únicos medios de comunicación que llegan son los nacionales y la única voz que se escucha es la que el gobierno presenta. 

Si bien, aún no he recorrido todos sus escritos, siento que con lo que encontré quiero saber más de él, de su trayectoria, quizá poder seguir sus pasos, profundizando en esa Colombia de la que el gobierno no habla ni escucha, en quienes han luchado de diversas maneras frente al abandono estatal y frente a la falta de oportunidades en las zonas que habitan. 

© 2020 Somos el laboratorio de medios periodísticos Co.marca, un proyecto del Programa de Comunicación Social con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad del Cauca.​

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